LICERAS, POSICIÓN EN LA FRONTERA

 

Para la defensa de este sector fronterizo, entre los reinos cristianos y musulmanes, se recurrió a la construcción de un entramado de Atalayas que cubrían el espacio comprendido entre la primera línea del frente, marcada por las Ciudades fortificadas y Castillos de Ayllón, Gormaz, Berlanga y Almazan; y una segunda línea de retaguardia, Atienza, Sigüenza, Barahona y Medinaceli.

 

Los musulmanes se asentaron sobre el modelo de ocupación territorial tardoromano, reaprovechando su red viaria. La proximidad de Tiermes configuró la red viaria Romana del entorno de Liceras. La ubicación de esta Atalaya, localizada en el fondo del valle del arroyo Pozo Moreno, controlaba la ruta que se dirigía hacia el Este Uxama, la denominada como calzada de Quinea en el cantar de Mio Cid, aprovechando el pasillo Liceras - Montejo, para alcanzar Ayllón y desde allí, Sepúlveda y Segovia.

 


Comparte esta Página